1994

En las Crónicas se dice que  este año Francisco Acosta Roldán, que ganó el año anterior el premio de otras letras, recibe el de letras de mineras, mientras que el de otras letras va al sevillano José Cenizo Jiménez, y da los mismos ganadores en 1999, en ese caso sin incluir las letras. José Cenizo nos dice en comunicación personal que el premio que él ganó fue en 1999.  En la prensa confirmamos que los ganadores de los premios de letras este año son Francisco Acosta Roldán, del de mineras, y Francisco Almagro Herrera, del de otras letras.

Consultada la información del jurado en esta edición, no localizamos el acta de calificación, pero sí las letras enviadas por los ganadores, con una de cada uno resaltada, que suponemos que son por las que reciben el premio.

En la prensa encontramos que el jurado de letras estuvo formado por José Jorquera Mínguez (seguramente se refiere a Ginés), Génesis García, Pascual García Mateos, Asensio Sáez, Fulgencio Cros y Paloma Celdrán Montoro.

El premio de letras mineras "Andrés Cegarra Salcedo" tuvo este año una cuantía de 60000 pesetas y estuvo patrocinado por la familia de María Cegarra, y el de letras de otras modalidades incluidas en el concurso, patrocinado por la "Tertulia Mesa Café", fue de 40000 pesetas.

Otro escritor pregonero, Fernando Quiñones Chozas (Chiclana de la Frontera 1930-Cádiz 1998).

Por otro lado, vuelven a participar, entre otros, en la velada trovera algunos de los autores que aparecen en esta recopilación: "El Taxista", Ángel Roca, "El Palmesano", Antonio Sánchez Marín, "El Repuntín" y "Conejo II".

Premio de mineras

La minera de Francisco Acosta Roldán es:

Porque el miedo me da sed
bebiendo yo mato el miedo
porque el miedo me da sed;
déjame beber, que luego
bajo a la mina y no sé
si podré subir de nuevo.

Premio de otras letras

Y Francisco Almagro Herrera gana con las siguientes seguiriyas que titula "Mis cantares":

Me vió que llegaba,
la puerta cerró;
y aunque llamaba, llamaba y llamaba,
no me contestó.
Un montón de veces,
yo te he remediao;
hoy necesito que tú me remedies,
y me das de lao.
La vi que llegaba,
la puerta cerré;
y aunque llamaba, llamaba y llamaba,
no le contesté.
Mi corazón es sincero,
cuando quise no quisiste,
y ahora, que quieres, no quiero.