En la información sobre su libro autoeditado de 2014 Memento de cal y arena (Letras flamencas) (www.iberlibro.com/MEMENTO-CAL-ARENA-Letras-flamencas-L%C3%93PEZ/30243099033/bd), nos enteramos que nació en Paradas, Sevilla, 1955, que es escritor, poeta y letrista de flamenco, y que sus letras las han cantado, entre otros, Joaquín el Bicho, Jesús Carrillo y Rubito Hijo. En su semblanza en el libro del Concurso Francisco Moreno Galván de 2012 enumera una serie de premios literarios, en Arahal, Paradas, Archidona y Mairena del Alcor, e indica que ha escrito y dirigido varias obras de teatro, y publicado el libro Voces de Don Dionís y Paradas (2001). Más información en la página del Ayuntamiento de Paradas (www.paradas.es/es/actualidad/noticias/EL-ESCRITOR-PARADENO-MAXIMO-LOPEZ-RESULTA-GANADOR-EN-EL-CONCURSO-INTERNACIONAL-DE-LETRAS-FLAMENCAS-DE-BARACALDO).
Asociación Andaluza Hijos de Almáchar :
2012: tercer premio, y premios a mejor verdial y malagueña.
En la puerta de una cárcel
yo vi a una madre llorar.
Con qué pena no lo haría
que dieron la libertad
al hijo que allí tenía.
Tú presumes de tener
una gran sabiduría
y no llegaste a saber
que la sed que yo tenía
no era sed para beber.
Mi mare a mí me esperaba
todas las noches en vela,
me daba un beso en la cara
-viniera como viniera-
y llorando se acostaba.
Buscando una bella flor
entró en la jardinería,
al verla se le olvidó
la intención que lo traía
y sin ella se volvió.
Yo vi a mi mare en la cama,
qué cosa grande tendría
que a un dibé se encomendaba
y al ratito se me moría.
Y es que era Dios quien la llamaba.
(malagueñas)
Frutos de los montes lleva
en su burrito veleño,
frutos de los montes lleva.
El niño que va vendiendo
se conoce por Juan Breva,
rey del cante malagueño.
Vienen los vendimiadores,
a la Fiesta de Comares
vienen los vendimiadores.
Aquí no existen alcaldes,
banderas, ni regidores.
¡Por cantar no cobra nadie!
Si el corazón te lo quitan
Verdial, tú no me llores
si el corazón te lo quitan.
La más bella de las flores
te está velando en su ermita:
la Virgen de los Dolores.
No había luz que me alumbrara,
le dije que la quería
sin luz que a mí me alumbrara.
Hoy la he visto al ser de día
y no me gusta su cara.
¡Qué mala suerte la mía!
Yo he perdido la esperanza
de que esta mujer me quiera.
Yo he perdido la esperanza
-que venga Dios y lo vea-
porque tiene más mudanzas
que el baile de la bandera.
(verdiales)
2013: primer premio, y premios a la mejor bulería, seguiriya, malagueña y fandango.
Como la vida misma
tiene el corazón
unos momentos que son de alegría
y otros de dolor.
Temblores de muerte
los sintió mi mare
cuando llamaron de noche a la puerta
buscando a mi pare.
De todas las cosas
que en el mundo veo
no habrá ninguna que me llene tanto
como tu recuerdo.
Qué mala, Dios mío,
qué mala es mi suerte
porque no hay pena suelta por el mundo
que a mí no me encuentre.
Como nube de agosto
tu querer pasó.
No me ha dejado ni una señalita
en mi corazón.
Nueve dobles de campana
ahogan mi pecho:
esa voz queda que a mí me llamaba
se quedó en silencio.
El pañuelo que cubría su cara
al suelo cayó.
Como si fuera una santa reliquia
lo venero yo.
(seguiriyas)
Un canario echó a volar,
sobre el puente de Triana
un canario echó a volar.
Un tiro partió sus alas
en la oscura madrugá,
muriendo mientras cantaba.
Álora sintió la herida,
en el fondo de su pecho
Álora sintió la herida,
el cante quedó en silencio,
la malagueña perdida
y el Canario en el recuerdo.
Rumores de risa y llanto,
los aires de la Caleta,
rumores de risa y llanto:
la mar, los barcos de vela
y aquella Trini cantando
su dolor por malagueñas.
El grito duró un instante,
en la fría madrugada
el grito duró un instante:
el filo de una navaja
puso la pena en su cante
destrozándole la cara.
(malagueñas)
Pena me da de mirarte
-lo que eres y lo que has sido-
pena me da de mirarte,
tú que tanto has presumido
y hoy tienes que conformarte
con lo que nadie ha querido.
Llevaba una cruz al hombro
por culpita de un querer,
llevaba una cruz al hombro.
Llegaste a la vera mía
y la cruz dejé caer
para el resto de mi vida.
Cuando se quiere de veras
no se atiende a la razón,
cuando se quiere de veras,
no hay quien pueda al corazón
sujetarlo con cadenas.
Son las leyes del amor.
Remedio para tus males,
si con mi sangre pudiera
poner remedio a tus males,
contento yo te la diera
aunque suponga salvarte
que al momento me muriera.
Se fue perdiendo en el agua,
el barco de mis anhelos
se fue perdiendo en el agua.
Yo vivo con el consuelo
de que la mar me lo traiga
hasta la orilla de nuevo.
(fandangos)
Mira si no siento na
que yo paso por tu vera
como el río hacia la mar.
Quien diga que el corazón es
fácil de sujetarlo
es que no sabe de amor.
Si un campanario tuviera
un repique yo daría
cada vez que tú salieras.
A mi Dios se lo pedí,
que un día de estos me viera
viviendo juntito a ti.
No he visto más bella flor
que cuando llevan al cielo
a la del Mayor Dolor.
las lágrimas te caían,
nunca supe si de pena
o eran de pura alegría.
Ya me lo dijo mi mare,
que contigo pasaría
solo tormentos muy grandes.
Para que la gente sepa,
desde que vivo contigo
ha vuelto a brillar mi estrella.
(bulerías)
2016: segundo premio.
Yo creí que me moría
solo y sin calor de nadie.
Cuando llegó mi agonía
tú vendrías a buscarme
-que buena estrella la mía-.
Sintiéndose malherida,
ni la alondra entre la breña
lloró pena más sentida
que tuve en la noche aquella
cuando mi madre moría.
No puedo con el castigo,
desde que tú me dejaste
a Dios le rezo y le pido
que la muerte a mí me mande
para encontrarme contigo.
Por ver si yo la olvidaba,
a la iglesia fui a pedirle.
A mí se me rompió el alma
viendo cómo aquella Virgen
tenía su misma cara.
(fandangos)
2017: primer premio, y mejor malagueña.
Despiertan la judería
las noches de abril y mayo,
Santa Cruz es norte y guía
y al embrujo sevillano
canta la Carbonería.
Por el Prado y San Leandro,
San Francisco y la Alameda
te van poniendo y quitando
siendo fuente tan señera,
mi vieja Pila del Pato.
Carbón el niño vendía
con su carita tiznada,
cuando la tarde caía
a la guitarra abrazaba
y en genio se convertía.
Campanas de la Giralda,
en qué fragua fundirían
que cuando tañen al alba
se despereza Sevilla
para tocarle las palmas.
Antes de la amanecía
con la recua descargó
agua de la morería,
dos serones de carbón,
nuestro pan de cada día.
(malagueñas)
2020: segundo premio.
2022: tercer premio, y mejor verdial y soleá.
Premio de letras flamencas La Fragua de La Isla:
2014: finalista.
Enamorado del mar
tiene Cádiz, noche y día,
un balcón en la Alameda
contemplando la bahía.
(alegrías)
2015: finalista.
Si me encuentras por la mar,
sobre mi barca dormido,
arráncame el corazón
que está soñando contigo.
(alegrías)
2017: primer premio Manuel Machado.
Por cinco chorros granate
se fue tu verso cantando
entre guitarras de sangre
y soleares de llanto.
Cinco gritos que se quejan
prendidos en un instante
al sonar por el barranco
cinco disparos cobardes.
Dicen que en el Albaicín,
el Sacromonte y la Alhambra
lloraron por seguiriyas
al toque de sus campanas.
Huyendo van por la vega
cinco jinetes al alba.
Manchadas llevan las manos
y la vergüenza en la cara.
Amarga muerte te dieron
pero tu sangre en la tierra
escribió versos eternos.
(zorongo)
2024: finalista. La Asociación La Fragua incluye todas las letras premiadas y finalistas en su entrada dedicada a la exposición en la Galería de Arte Era, de San Fernando, del 16/3/2024 al 16/4/2024 (https://sites.google.com/view/lafraguadelaisla/inicio/trasmallo/trasmallo-2024#h.1x6xvknlk8du). Unas cantiñas de Romero el Tito:
Premio de letras Francisco Moreno Galván:
2010: segundo premio.
Se murió mi mare,
todo se cambió.
Hasta la ropa blanca de mi cuerpo
negra se volvió.
Que no venga a verme
en la noche oscura
para que pueda ver los ojos negros
de mi sepultura.
Si sería buena
la pobre mi mare
que el poco pan que en su mano tenía
reparte en la calle.
Sentadito espero
a la muerte mía
porque no tengo ni siquiera cama
para recibirla.
Agua de la fuente
que nunca regresas;
llévate mis recuerdos de otro tiempo
lo lejos que puedas.
Amanece el día
y todos contentos.
Yo me acuerdo de mi compañerita
y de pena muero.
(seguiriyas)
2012: tercer premio.
La tormenta pasará,
volverá el agüita clara,
y el cielo azul se pondrá
y tú y yo, junto en casa.
Qué día tan señalado
me mandaste tú a llamar;
mi mare se me moría
malita en el hospital.
Anda y no preguntes más,
que las carnes de mi cuerpo
tan solo tú las verás.
Ya pueden poner banderas
por las esquinas al viento,
que si mi gusto se logra
me echaré a la espalda el pueblo.
Nuestra hora llegará,
pues como el agua del río
yo nunca me vuelvo atrás.
Cuando te asomas
a tu balcón,
aunque haya nubes
ya sale el sol.
(tientos)
Premio de letras de saetas de Morón de la Frontera. La única información que tengo sobre este premio es en una semblanza de Máximo López en uno de los libros del Concurso de letras Francisco Moreno Galván, donde se dice que ganó este premio de letras de saetas en 1992.
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