lunes, 21 de noviembre de 2022

Paulino Cubero Vállez

 
Paulino Cubero Vállez. Fotografía tomada de un artículo del suplemento de El Mundo el 20 de enero de 2008.
    
Por su semblanza en el libro del Concurso Francisco Moreno Galván en 2009 sé que es de Granátula de Calatrava, Ciudad Real, pero que reside en Alcobendas, Madrid.
Realizó estudios de industrial en Ciudad Real, y de criminología en la Universidad Complutense. Dice que trabajó en el Ministerio de Defensa, en informática, y que regentó un negocio, y que está casado con Isabel Gutiérrez Pascual, que también aparece en este listado de autores, con la que escribió las letras premiadas en el concurso de letras de fandangos de Alosno en 2008 y 2009. Esta coautoría no la encuentro en ningún otro sitio de los consultados, donde figura como premiada Isabel Gutiérrez. En el suplemento de El Mundo de 20 de enero de 2008 se dice que ganó el concurso convocado por el COE para poner letra al himno español. Era electricista pero cuenta que había dejado el trabajo para atender a su madre con alzheimer, y que ahora nadie lo contrataba.

Tiene premios en numerosos concursos:

Asociación Andaluza Hijos de Almáchar .

2009: tercer premio.

    Con lo viejo y con lo nuevo
    voy levantando mi casa,
    lo viejo, pa los cimientos
    y lo nuevo que me valga
    y no se lo lleve el viento.

    De la boca de mi madre
    y en sus pechos lo mamé,
    el amor a los cantares
    que de mi gente heredé
    y me corren por la sangre.

    De tanto que repetía
    el jilguerito su canto,
    acabó llegando el día
    que se fueron olvidando
    su letra y su melodía.

    Mi padre cantó a la guerra,
    yo canté a la libertad.
    Cada tiempo, cada era,
    tiene su propio cantar,
    para que el cante no muera.

    Lloraba mi abuelo un día,
    sentao al final del sendero:
    Pobre de las penas mías
    que no tienen heredero,
    ¡yo que tanto las quería!

    Porque te quiero, te canto
    con la fuerza de mi pecho
    que si te pierdo, fandango,
    todo en mí, será silencio
    dolor, tristeza y quebranto.
     
        (fandangos)

2010: primer premio, y mejor seguiriya, verdial, malagueña, soleá, fandango y bulería.

    Méceme por malagueñas
    que traigo, mare, una hería
    y sólo en tu pecho encuentran
    consuelo mis agonías,
    mis quebrantos y mis penas.

    Tu querer es una hería
    que llevo abierta en el alma.
    Es una fragua encendía
    que lentamente me abrasa,
    me mata y me da la vía.

    Solo con mis soledades,
    solo con mis amarguras.
    Que se me ha muerto mi mare
    y me lleva a la locura
    saber que no tengo a nadie.

    Ni los más bellos cristales
    comparársele podían.
    Aunque llorasen canales,
    dos luceros parecían
    los ojitos'e mi mare.

    Ni se olvía ni se quiebra
    el querer que yo le tengo
    a mi tierra malagueña;
    que ni por distancia o tiempo
    de una mare se reniega.

    Ser ciego como Juan Breva,
    a veces pido a la vida;
    pa que mis ojos no vean
    las penas y las fatigas
    de tanta gente en la tierra.
    

        (malagueñas)


    Hace cinco años,
    tres meses y un día.
    Y no encuentro yo consuelo en la tierra
    pa'la pena mía.

    En una cajita
    de cuatro maeras,
    metieron a mi compañerita
    bajito'e la tierra.

    De tanto llorá,
    sangre me salía,
    ¡ay compañerita que mi cuerpecito
    ni agüita quería!

    Toítas las noches
    ando esvelao.
    ¡Hasta el sueñecito ay, compañerita,
    tú te lo has llevao!

    Ahogaíto en penas;
    jorto, mardecí.
    Solo me queo llamando a la muerte
    y no quié vení.

    En un rinconcito,
    a sus pies, quisiera
    que el enterraó dejara mis huesos
    cuando yo me muera.

    Comparito mío,
    si yo me muriera,
    no falte nunca a mis calorritos
    ni pan, ni candela.

        (seguiriyas)


    Cantan las aguas del río.
    El viento va dando quejas.
    Que en este mundo es sabío
    que mientras unos se queman,
    otros se mueren de frío.

    Más vale vivir un día
    libre y morir en tus brazos,
    que pasar toa la vía
    siendo del dinero esclavo,
    sin querer, ni compañía.

    No puedo vivir contigo.
    Ni tampoco huir de ti.
    Yo no sé por qué motivo
    a mí me ha tocao vivir
    con mi mayor enemigo.

    Del beso que le da el sol,
    dicen que muere el rocío.
    Así he de acabarme yo,
    que tus besos me han servío,
    para morirme de amor.

    Tiembla mi pecho y suspira.
    Al verte me llora el alma.
    Que mi corazón no olvida
    y en cada rincón te guarda,
    porque le diste la vida.

    Del manantial nace el río.
    De los veneros las fuentes.
    Del querer que te he tenío
    en mí ha de nacer la muerte,
    porque quiero y no te olvío.
     
        (fandangos)


    Almáchar, cómo relucen
    al sol tus blancas callejas
    y un dorado manto cubre
    los tesoros de tu tierra,
    tus vinos y tus costumbres.

    A los puntos cardinales
    alza tu voz, almarcheño.
    Llena el aire de cantares,
    que del corazón al cielo
    vuelen libres tus verdiales.

    En el Borges... un querer.
    Tres novias en Almogía.
    En Almáchar encontré
    la que más quiero en la vía:
    ¡mi botella moscatel!

    Bañada de luna llena,
    sale la panda a rondar
    y los verdiales resuenan
    en el sueño de la cal
    de Almáchar, la malagueña.

    A San Cayetano llegan
    por diciembre los festeros
    y visten de primavera
    los inviernos malagueños
    con su fiesta verdialera.

    Te vi de subir un día
    por la calle de la Cabra
    y no sé qué pasaría
    que las piernas me temblaban
    al ver como te cernías.
    
        (verdiales)    


Envió gran cantidad de soleares, e incluimos aquí unas pocas:


    Si las raíces se quiebran,
    cualquier vientecillo malo
    te pone roílla en tierra.

    Que penas ha de tener
    el corazón que se quiebra
    sin saber lo que es querer.

    No tiene lindes el campo
    para el que busca en la vía
    un camino pa'ir andando.

    De toítos los que había,
    el camino que cogí
    fue el que menos convenía.

    Por vereíta que ando
    hasta las pieras más duras
    se blandean a mi paso.

    La justicia verdadera
    sólo en la muerte se alcanza.
    Al pobre y al de fortuna
    les da la misma sustancia.


También envía bulerías de distintos tipos, y se incluyen a continuación unas pocas bulerías por soleá:

Cuatro puntos cardinales.
Y ni tú ni yo sabemos
cuál de los cuatro nos vale.

Por clara que el agua sea,
de otras fuentes yo no bebo;
que tengo ya hecha la boca
y el paladar a tus besos.

Con las ansias de la muerte,
compañerita, pedí
que, antes de dejar de verte,
me venga la muerte a mí.

Debajo de un limonero,
fueron mis manos esclavas
de los reinos de tu cuerpo.

 

2013: tercer premio, y mejor soleá. De las muchas soleares que envió (cinco grupos y otro de soleariyas), incluimos un par:

Echo cuentas, compañera
y me sobran las razones
pa no quererme a tu vera.

Dos penas irán conmigo
hasta que llegue mi fin:
la de perder a mi mare
y no olvidarme de ti.

Concurso de Letras Flamencas La Fragua de La Isla (todas sus letras están en la web de la asociación La Fragua).

2014: primer premio Antonio Machado. Unas bulerías:

En una noche de vino
en la calle la encontré,
le dije: vente conmigo,
te doy un amanecer.

Con los ojos del deseo
me miró y yo la miré
y bebimos del amor
hasta saciarnos la sed.

Cuando desangró la aurora,
sobre el cielo, su arrebol,
como un espíritu libre
se fue sin decirme adiós.

Sólo me dejó al partir
su nombre escrito en el alba
con el lápiz de carmín.

Miré como se alejaba
y a los vientos abracé
por ver si se me quedaba,
grabado sobre la piel.

Sobre mi pecho quedó
el llanto de la mañana
y un alfiler de dolor
clavaíto en las entrañas.

Amores de vino son
pajaritas de papel,
que abren sus alas al alba
para nunca más volver.

2016: finalista. Una soleá:

La penilla que yo tengo,
no es una pena cualquiera;
porque es la pena que quiero
y no quisiera quererla.

2017 segundo premio Federico García Lorca, y premio a la letra especial dedicada a la memoria de Camarón de la Isla en la conmemoración del 25 aniversario de su fallecimiento.

Una seguiriya:

Mi casita tiene
ventanita al puerto,
la puerta a la mar y la soledad
habitando dentro.

Y la letra sobre Camarón,un corrido:

La noche se fue tejiendo
con hebras de sangre el alba;
quedó la mañana azul,
de sangre y luto bordada.

La bicha clavó el puñal
en las más hondas entrañas
y, a oscuras, quedó la luz
que al cante jondo alumbraba.

Caballos de negras crines
galopan de madrugada,
a los puntos cardinales
llevan la muerte anunciada.

De nieve quedó la sangre
del pecho de las guitarras
y se anegaron de llanto
las candelas de las fraguas.

La Isla de manto negro.
De negro luto, las almas.
La media luna prendida
en el cielo lo velaba.

Bajo la piedra quedaron
la media y la estrella
y, a los planetas, se alzaron
las llamas de tu grandeza.
¡Rubio Sol de los gitanos,
en qué oscuridad nos dejas!

Concurso de letras flamencas Francisco Moreno Galván (todas las letras se encuentran en los libros publicados, pero tienen poca difusión):

2009: primer premio. Unas livianas:

    Cuando el sol se despierta
    besa mi cara;
    ¡qué regalo más grande
    de madrugada!

    En encajes de escarcha
    brilla la luna;
    va vistiendo de plata
    la noche oscura.

    Los copitos de nieve
    ya van cayendo,
    van pintando la sierra
    color de invierno.

    Baja temblando el río,
    baja temblando;
    la sierra en los arroyos
    está llorando.

    Se atemperan los vientos,
    ya van naciendo
    las mariposas blancas
    de los almendros.

    El rebaño sestea
    bajo las peñas,
    al rumor del arroyo
    el pastor... sueña.

    En la sierra yo tengo
    grandes tesoros,
    guardo noches de plata,
    días de oro.

2012: primer premio. Unos tangos:

CANDELAS EN MIS ENTRAÑAS

Yo no sé lo que tú tienes
gitanito canastero
que cuando me miras prendes
en mis entrañas, el fuego.

Dos alfileritos, dos
me clavas cuando me miras.
Dos rejones de pasión
que me han de quitar la vía.

Cuando tus ojos me miran,
siembras en mis campos llamas
y florecen los arroyos
que corren por mis entrañas.

Dos profundas soledades
son mis ojos, si no siento
como silencia tu boca,
los gemidos de mi pecho.

Son tan serenas las noches
a tu lado, vida mía,
como los amaneceres
de Ronda y su serranía.

Concurso de letras de fandangos de Alosno. Según dice dos premios en colaboración con su mujer, Isabel Gutiérrez Pascual, en 2008 y 2009.

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